Naked Pink Carrot Cake

Aquí no hay pan... | 0 Comentarios

Esta semana mi obrador se ha vestido de gala.

La ocasión lo merece, pues la tarta que te presento en este post, sirvió para celebrar el cumpleaños de mis padres. Cumplen con pocos días de diferencia y en casa lo celebramos juntos.

He querido preparar una tarta que no sea demasiado dulce y con algún componente más sano que convierta a ésta delicia en un pecado más permisivo. Tenía claro que iba preparar un cake de zanahoria y de repente me vino a la mente la única persona que tiene un site con unas recetas infalibles, siempre. Por ello, me he decantado por su  bizcocho de zanahoria. Si no conoces a Su de Webos fritos, es que no has andado suficiente por la blogosfera.

Una buena tarta también puede ser saludable

Y es que, además del aporte de fibra que supone esta verdura, sustituye toda la mantequilla por aceite de oliva. Esta receta tenía también un plus que a mí me pareció decisivo: está libre de lácteos. Por mi parte, he rebajado un poco la cantidad de azúcar que indicaba la receta de referencia usando en este caso azúcar panela  (integral, ecológica y sin refinar)

Siguiendo la clave nutricional de esta tarta, el relleno esta hecho a base de queso crema y nata. Como ves en la foto, la mezcla tiene un precioso color morado que he conseguido con zumo natural de remolacha que, además, aporta vitaminas y minerales a nuestro pastel. ¿Quieres sorprender a los tuyos con este pastel rico a la par de sano y equilibrado? Atento a las siguientes líneas.

corte de la tarta

INGREDIENTES para una tarta de 20 cm de diametro

Carrot cake:

  • 4 huevos
  • 120 g de azúcar panela
  • 150 g de zanahoria rallada
  • 65 g de aceite de oliva virgen
  • 150 g de harina simple
  • 7 g de levadura química
  • Una pizca de sal fina
  • Una cucharadilla de canela molida

Crema pink

  • 300 g de nata liquida
  • 300 g de queso crema
  • 100-120 g de azúcar glass
  • Dos remolachas licuadas
  • 3 hojas de gelatina

Ganache de chocolate

  • 200 g chocolate 70%
  • 150 g de nata liquida
  • Un chorrito de leche
  • 50 gr de azúcar glass

¡Manos a la obra!

Si es posible, prepara el cake de víspera para que se enfríe bien y al manejarlo no se rompa. Si no es posible, prepáralo a primera hora y por la tarde, lo rellenas y decoras.

Enciende el horno a 180ºC con calor a ambos lados sin ventilador y prepara un molde de 20-22 centímetros de diámetro cubriendo el fondo con papel vegetal y los bordes untados con aceite y harina

Luego ve pesando y presentando los ingredientes, ya que la preparación es bastante rápida:

  • Saca los huevos con antelación para que se atemperen.
  • Pesa y tamiza los ingredientes secos, menos el azúcar.
  • Ralla la zanahoria y reserva.

Casca los huevos en un bol y mézclalos con el azúcar hasta que espumen y la mezcla sea cremosa. Lo harás más fácil si usas una amasadora eléctrica. Sin parar de batir, agrega el aceite poco a poco para que se integre en la crema sin bajar el volumen; y a continuación incorpora la zanahoria rallada con movimientos envolventes. Luego, agrega los ingredientes secos (harina, levadura, canela y sal) de tres veces y mezcla a velocidad baja. Si es necesario, acaba la mezcla con una espátula haciendo movimientos envolventes desde el fondo del bol hacia afuera.

Qué color tan bonito que ofrece la remolacha a nuestra tarta,¿no crees?

Vamos a darle calor…hornea tu pastel con paciencia.

Vierte la mezcla en el molde y da unos golpecitos para eliminar posibles burbujas de aire. Hornea a 175-180ºC durante unos 45 minutos. Este tipo de cakes no suben demasiado, pero quedan espectacularmente esponjosos y jugosos. Pasados 40 minutos, abre la puerta del horno y pincha el centro del pastel y valora si esta cocinado o no para darle un toque final de horno. El pincho debe quedar completamente seco y limpio. Una vez cocinado, saca el molde del horno y déjalo atemperar unos 15-20 minutos para desmoldar y dejar enfriar completamente.

Deja el pastal en la despensa y vamos con el relleno.

Para preparar nuestro relleno pink, licua dos o tres remolachas y reserva el jugo. Hidrata la gelatina en agua fría mientras calientas en un cazo el jugo. No hace falta que hierva ya que solo necesitamos que la gelatina se disuelva en el líquido. Desde que humee, apártalo del fuego y agrega la gelatina removiendo sin parar. Es poco líquido, pero se disolverá sin problemas.  

A continuación, bate el queso y agrega el licuado de remolacha antes de que cuaje, y enfría la mezcla en la nevera. Por otro lado, monta la nata bien firme agregando unos 100 gramos de azúcar glass y finalmente la crema pink. Es posible que la crema de queso haya cuajado y endurecido demasiado en la nevera. Si es así, no te preocupes; antes de mezclarla con la nata, bátela enérgicamente hasta que quede lisa y suave. Remueve todo el conjunto hasta que obtengas una crema lisa y de color uniforme. Reserva en la nevera.

Volvamos al principio…ahora toca trabajar con el cake.

Si ya no has desmoldado el pastel aún sácalo con cuidado, retira el papel de la base del mismo y preséntalo en una rejilla de enfriamiento, asi no lo manipularás más hasta la presentación final. A continuación, abre el pastel con una lira o un cuchillo de hoja larga y reserva la parte superior. Cubre el pastel con una generosa capa de crema y coloca la tapa del mismo presionando suavemente hasta que la crema llegue a los bordes de la tarta sin que sobresalga. Haz un hueco en la nevera para  reservar la tarta y el resto de la crema hasta el momento de la decoración final.

Una buena ganache de chocolate, para un cake de categoría

Calienta 50 ml de nata y agrega unos 50 gr de azúcar glass para derretir los 200 gr de chocolate. No dejes de remover la mezcla para que no se asiente al fondo. Si es necesario agrega un chorrito de leche para aligerar la preparación.

La tarta Carrot Cake queda muy jugosa


Cuando la ganache esté lista, saca la tarta de la nevera y cúbrela con una capa de esta maravillosa salsa, de manera que quede completamente bañada  y por los bordes escurran gotas de la manera más pecaminosa que puedas imaginar. A más ligera sea la salsa, más fina será la cobertura. En mi caso, dejé enfriar este primer baño, para añadir un extra más de chocolate…en mi casa nos gusta pecar a lo grande. ¡NO TENEMOS REMEDIO! Deja reposar la cobertura tarta y decora a tu gusto con la crema que ha sobrado. Tengo que practicar más con la manga pastelera… ¡es más difícil de lo que pensaba!

Puedo decir, sin temor a equivocarme, que es de las mejores tartas que he preparado…o eso dice mi familia ¡Palabrita!

Si quieres ver otras recetas en las que el pan no es el protagonista, en la sección Aquí no hay pan verás unas cuantas

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