Un bocata de toda la vida, de corteza crujiente y miga alveolada y ligera, pero que aguante todo lo que le pongas. Esto es lo que le pido a una pieza que quiera rellenar con un buen aguacate aderezado al gusto o con unas buenas lascas de bonito del norte y tomate a rodajas. En alguna panadería de toda la vida podrás encontrar esos panes en los que a cada mordida notas el buen sabor. No te conformes con esas cosas que venden en las grandes superficies a las que llaman pan.
Si no puedes acceder a una buena panadería en tu zona, haz como yo. Un buen pan amasado en casa y recién horneado es una de esas experiencias que todo el mundo debería experimentar alguna vez.
Todos, alguna vez en la vida, deberíamos hornear pan en casa. No conozco aroma de hogar que produzca más placer que el pan recién hecho. Con este bocata te puedes iniciar.
Una vez leí un artículo que hablaba de cuáles eran los olores más atractivos y los más odiados, y nombraban el olor a tierra mojada (petricor) o hierba recién cortada. En el ámbito culinario destacaba el olor a pan recién horneado. Parece mentira que no se cocine más pan en casa de lo que se hace actualmente, con la satisfacción que da, pero no debatiremos sobre este tema, pues es harina de otro costal.
Si aún no has hecho pan en casa, esta puede ser una buena receta para iniciarse. Los ingredientes están al alcance de cualquiera, ya que hoy en día se encuentra harina panificable y/o de fuerza en los lineales del supermercado o en tu panadería de confianza.
Con un amasado sencillo y en no más de tres horas, tendrás unos panes para bocata caseros de una calidad infinitamente mejor a los que compras a granel por 1€. ¿En serio te quieres perder ese rico aroma a pan en tu propia casa? Si eres un amateur en la materia y quieres indagar más sobre este maravilloso mundo, ¡sígueme!, disfrutarás como un enano… ¡palabrita de panarra!
¿Qué necesitas para un buen pan de bocata?
- 300 gr de harina panificable
- 150 g de harina de fuerza
- 50 g de harina semi integral ( Ylla 1878)
- 10 gr de sal
- 300 ml de agua
- 5 gr de levadura fresca o seca*
¿Preparados?
Esta receta la he visto en varios libros pero definitivamente, la que más se acerca a lo que a mí me gusta, tanto por la proporción de ingredientes como la forma de preparación, es la de Xabier Barriga. Esta otra versión tambien suya, la puedes ver en mi obrador
Esta pieza es tan sencilla de preparar que puedes amasar a mano como explico en mis videos de YouTube , o agregar directamente los ingredientes en tu robot de cocina y dejar que ella trabaje por ti. En mi caso, además, he mezclado agua y harina para dejar reposar en autolisis unos 30 minutos y conseguir una mejor estructura para formar las barras.
Así pues, una vez hecha la masa, la dejaremos reposar tapada con un paño húmedo durante 30 minutos en el bol de amasado. En este punto puedes seguir con la receta o guardar la masa en la nevera y seguir cuando quieras. Ya sabes lo que me gusta tirar de frío para retardar las masas de pan.
Todavía no habrá fermentado del todo pero es hora de separar las piezas. Con un cortapizzas o una rasqueta de panadero, si la tienes, separa 6 bolas de masa de unos 130 gramos de peso, boléalas un poco y déjalas reposar otros 30 minutos sobre la mesa de trabajo, enharinada y tapada con el trapo húmedo.
Ahora es el momento de formar las barritas. Para ello, y ayudándote de un rodillo, forma unos rectángulos de 15×20 centímetros que doblarás por el lado más largo, hacia adentro y hasta la mitad, haciendo una especie de tríptico y volviendo a unir la pieza con un cierre longitudinal y externo Es muy importante que cada extremo quede bien sellado y la llave de la pieza (la última unión externa) hacia abajo, de manera que sirva de base y el pan pueda crecer y levar sin perder volumen.
Hecho esto, haz rodar la masa bajo tus manos haciendo más presión con la parte externa de las palmas y estirando hacia afuera. De este modo, estiras la pieza a tu gusto y, a la vez, formas las típicas puntitas en los extremos, que quedarán bien crujientes después del horneado.
Coloca las piezas sobre un paño de lino bien enharinado y tápalas con el paño húmedo. Déjalas reposar 90 minutos.
Prepara el horno retirando las bandejas, ya que vas a cocinar estas piezas en la base del mismo y sobre papel vegetal o, mejor aún, en una buena pieza de piedra o cerámica refractaria. Si usas una piedra, caliéntala desde el principio, si por el contrario, optas por el papel vegetal, colócalo justo antes de meter las piezas.
Calcula cuánto tiempo tarda en calentar tu horno a 230ºC de manera que, cuando hayan pasado los 90 minutos de reposo, esté a punto. El mío es rápido y lo pongo a calentar pasada media hora del reposo final. Ten a mano un pulverizador de agua y sé rápido en este último pero muy importante paso.
Practica un corte medio profundo en el centro de cada barra. Abre la puerta del horno, introduce con cuidado las piezas y antes de cerrar, pulveriza por las paredes y techo del horno, para generar vapor. Baja la temperatura a 200ºC y hornea unos 15-20 minutos. Una vez horneadas, sácalas y déjalas enfriar sobre una rejilla (la misma del horno te servirá).
Yo te presento las mías, recién horneadas, tú solo tienes que tomar la difícil decisión del relleno con el que vas a comerte este bocata.
*Si usas levadura seca, los 5 gramos serán suficientes para dejar reposar la masa 3 o 4 horas o hasta que la masa duplique su tamaño.
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