Un donut. Hacía tiempo llevaba buscando una receta de donut que no fueran fritos pero claro, el original sí que se fríe, pero no me atrae la idea de la fritanga añadida. He de decir que el donut casero nunca van a saber igual que el industrial, pero tampoco busco eso. Busco una masa manejable y que al hornear quede tierna y sabrosa. Esta lo es. Puedes aromatizar con azahar o limón aunque esta lleva vainilla y el relleno es a elección. Quizá sea mas ortodoxo llamarla berlina porque esta van sin agujero, ¿pero que más da? Es igual de tierno, jugoso y sabroso.
Lo más ortodoxo sería llamarle berlina porque va sin agujero, pero que importa ¡si llamándole donut está igual de bueno!
Es sencilla de preparar y, aunque la masa es muy suave y parece difícil de manejar, si se desarrolla bien el gluten, lo harás sin gran dificultad. Vamos a ello, ¿te parece?
Ingredientes:
- 150 g de harina panificable
- 150 g de harina de fuerza
- 50 g de azúcar
- 5 g de levadura seca de panadería
- Una pizca de sal
- 120 g de leche templada
- 30 g de agua templada
- 25 g de mantequilla fundida
- 2 yemas de huevo
- 1 cc extracto de vainilla
- Huevo para pincelar
- Mantequilla fundida y azúcar para rebozar
Primero vamos a preparar un prefermento.
Para activar la levadura, mézclala con 120 gramos de harina, el azúcar, el agua, la leche, las yemas y la mantequilla dejando fermentar el conjunto 30 minutos o hasta que veas unas pequeñas burbujitas en la mezcla.
Acaba la masa añadiendo el resto de la harina, la sal y el extracto de vainilla y amasando a mano o a máquina hasta que la masa quede uniforme además de lisa y brillante. Al principio, la masa es algo pegajosa y se puede complicar si lo haces a mano. Aun así, en unos 5 minutos de amasado, verás que se forma la malla de gluten, pues notarás que se va cohesionando más y agarrando menos a tus manos. Forma entonces una bola y deja fermentar en tu horno precalentado y APAGADO a 30ºC.
Cuando haya doblado su tamaño, saca la masa a una mesa de trabajo ligeramente enharinada, forma una plancha de 1 centímetro de grosor y corta las berlinas con el cortapastas elegido. En mi caso, use un cortapastas mediano y me salieron unos 20 bollitos. Con los recortes que sobren, vuelve a amasar, estirar y cortar hasta acabar con la masa.
Deja reposar unos 45 minutos a temperatura ambiente o en el horno apagado, como prefieras y dependiendo de la temperatura de tu cocina.
Resulta un bollito tan absolutamente tierno que no podrás comer solo uno…
Precalienta el horno a 190ºc y pincela las berlinas con huevo antes del horneado que será de unos 10 o 12 minutos. Deben quedar muy tiernas y jugosas, así que desde que se doren en la superficie, sácalos del horno y deja atemperar unos minutos.
Por último, pinta las berlinas con mantequilla derretida y reboza en azúcar blanco.
Si quieres rellenarlas, usa una boquilla de punta fina con una manga pastelera. Estas boquillas son biseladas para que puedas introducirla en el bollo sin romperlo.
Esta receta ha sido basada en la idea original de Sylvain Vernai que podrás ver en Gourmetier. Su galería de exposición es puro arte culinario…si no has visto su perfil en Instagram, te lo recomiendo.
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