Pues con el verano ya comenzado, vamos a preparar esta pieza de pan en formato de espiga recta, recordando al cereal por excelencia: el trigo. Con el reto #mejoralareceta para un mes de Junio que ha corrido más rápido que yo, propuse a mi audiencia en redes sociales elegir entre un pan de orejones y nueces o un pan de cerveza…y el claro ganador a mejora fue el primero.
Después de ese pan de orejones , he preparado varios y hasta tienes otra versión en mi libro Simplemente PAN que además tienes disponible en descarga gratuita para kindle unlimited.
Es que la fórmula es tan versátil que se trabaja muy fácilmente casi de cualquier manera, pudiendo formar hogazas, fougasse, bollitos…aunque esta vez quise prepararlo como ves en la foto. Es una técnica realmente sencilla que podrás hacer con unas simples tijeras de cocina….sigue leyendo si quieres saber como.
Ingredientes para una espiga de unos 370 gramos de peso:
- 150 g de harina de fuerza
- 40 g de harina integral, la que tengas
- 125 g de agua
- 8 g de sirope o miel
- 2 g de levadura seca
- 4 g de sal
- 20 g de nueces picadas
- 20 g de orejones picados
Elaboración de la espiga
Mezcla todos los ingredientes de la lista, menos los frutos secos, en el bol de tu amasadora eléctrica o donde te resulte sencillo amasar a mano, para trabajarlos profundamente hasta conseguir una masa lisa y homogénea y que casi no se te pegue a las manos.
Déjala reposar unos 30 minutos antes de repetir el amasado. Después de una fermentación corta a temperatura ambiente agrega los frutos secos picados: forma una lamina rectangular con la masa y reparte los frutos secos bien picados.
Puedes optar por los que más te gusten pero te recomiendo que no sobrepase el 10/15% del total de la masa para que no sea una preparación muy pesada y difícil de trabajar. Toma los extremos de la masa y ve plegando hacia adentro cubriendo el relleno del pan, formando una bola que irás amasando suavemente hasta que se integren por completo todos los frutos secos.
De veras, incorpora en tu rutina panaria las fermentaciones en frío y con un mínimo de levadura. No hay color en el acabado final, el sabor y la durabilidad de la piezas. Con esta espiga integral, no te vas a arrepentir de ello. Prometido.
Déjala reposar en un recipiente engrasado y cubierto con film durante una hora; aunque justo en este momento puedes meter el bol en la nevera y fermentar durante 6, 8 o 12 horas, lo que tu agenda te permita. Hace tiempo , entre que la agenda mía es complicada a veces y las masas lo agradecen mucho, suelo hacer largas fermentaciones en frío para acabar amasando la pieza final al día siguiente.
Saca el bol de la nevera y estira una plancha rectangular para hacer finalmente un rulo de unos 30 a 35 centímetros de largo y dejar reposar nuevamente unos 40 minutos.
Para formar la espiga, coloca el rulo en un papel tapiz de horno y con una tijera de cocina tan solo haz unos cortes en el centro y a lo largo del rulo de la masa para sacar unos picos que irás colocando de izquierda a derecha formando una especie de espiga de trigo. Apura el corte hasta casi la base del rulo pero sin separarlos del todo para que puedas mover bien cada trozo y la espiga quede bien definida.
Una vez fermentada, hornéala durante 25 minutos a 240ºC y si es necesario añade un toque de grill para dorar la pieza a gusto.
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