Parece que el frío se ha instalado en buena parte del país y en Canarias, aunque hace buen tiempo, aún apetece encender el horno para merendar unos ricos bollos kaiser templados acompañando a una taza de té o café bien cargado. Este que te propongo hoy para el reto #panesxelmundo no es más que una masa dulce tipo brioche pero que se trabaja con una técnica algo más depurada, dando lugar a un bollito redondo con aspecto trenzado.
En esta ocasión, he optado por agregar canela, anís y un toque de miel a la masa, pero también quedan muy ricos y potentes con una mezcla de especias como cardamomo, clavo o nuez moscada. Toda una delicia originaria de Centroeuropa que te sorprenderá por su textura suave y sabor profundo.
¿Qué necesitas para 8-10 bollitos kaiser?
- 320 g de harina de fuerza
- 110 ml de leche
- 1 huevo
- 50 g de mantequilla
- 4 g de levadura seca
- 50 g de azúcar panela
- 1 cucharada de canela molida
- Una cucharadita de cafe de semillas de anís molido.
¿Manos a la obra? Vamos a preparar unos deliciosos panecillos kaiser cargados de aroma y sabor.
Agrega todos los ingredientes de la masa, menos el huevo y la mantequilla, al bol de tu mezcladora eléctrica o recipiente donde habitualmente amases a mano. Inserta el gancho y amasa a velocidad baja hasta que amalgame a grosso modo la mezcla, momento en el cual añadirás el huevo. Sigue trabajando para que todo quede homogéneo. Cuando esté listo, y sin parar la máquina, ve agregando la mantequilla poco a poco, en dados a temperatura ambiente y sin prisa pero sin pausa, de manera que la mezcla vaya absorbiendo la grasa. El resultado será una masa lisa, brillante y muy aromática.
Déjala reposar en el bol bien tapado hasta que casi duplique su tamaño. Si no te da tiempo de seguir con la elaboración, puedes retardar la fermentación, metiendo la masa en la nevera hasta que quieras hornear. Solo que en este caso deberás atemperar la masa al menos una hora para trabajarla más fácilmente y que fermente con normalidad.
Vuelca la preparación a la mesa de trabajo y separa porciones de unos 75 gramos, que estirarás en forma de cilindro, de unos 40 a 45 centímetro de largo.
Con cada cilindro, forma un nudo abierto y toma cada extremo para enrollarlo de nuevo por el aro del nudo, quedando ambas puntas en el centro del bollo, una hacia arriba y otra hacia abajo, formando la base. De esta manera conseguirás el efecto trenzado en estrella típico del kaiser.
Practica varias veces antes de hacer el trenzado final. Hay algunos videos en YouTube donde se ve muy claro lo que acabo de explicar.
Una vez formadas, pinta las piezas con una mezcla de yema batida y una cucharada de agua y deja reposar los bollos en una bandeja de horno a temperatura ambiente, hasta que doblen su tamaño.
Este último levado llevará una hora aproximadamente. Calcula lo que tarda tu horno en calentar a 180ºC para que al acabar el fermentado, los bollitos puedan entrar a hornearse.
Antes de meter la bandeja, si quieres, remata la decoración de tus káiser con semillas varias y seguidamente hornea durante 12-15 minutos, o hasta que veas que están dorados.
Si logras dejar que se enfríen antes de hincarles el diente, ábrelos como panecillos y úntalos con mantequilla o mermelada.
Si no puedes resistir el intenso olor a canela y anís, dale un mordisco cuando se hayan entibiado un poco. Elige tu infusión o tisana favorita para redondear la merienda perfecta en una tarde fría de manta y libro.
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